La influencia de los planetas puede reducir la actividad solar
Por: Simon Schmitt, Helmholtz Association of German Research Centres.
12 de agosto de 2025
Imagen captada por el Solar Dynamics Observatory de eyecciones de masa coronal. Crédito de la imagen: NASA/GSFC/SDO.
Actualmente, el Sol está alcanzando un nivel máximo de actividad que solo se observa aproximadamente cada once años. Por eso, en la Tierra observamos más auroras polares y tormentas solares, así como un clima espacial turbulento en general. Esto repercute en los satélites espaciales e incluso en la infraestructura tecnológica terrestre. A pesar de ello, en comparación con otras estrellas similares al Sol, las erupciones de radiación más intensas de nuestro Sol son entre 10 y 100 veces más débiles. Este entorno relativamente tranquilo podría ser una condición importante para la habitabilidad de la Tierra.
De igual manera, nuestro Sol es aproximadamente cinco veces menos activo magnéticamente que otras estrellas similares, lo que lo convierte en un caso excepcional. La razón podría residir en los planetas de nuestro Sistema Solar, según investigadores del Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf (HZDR). En los últimos diez años, han desarrollado un modelo que deriva prácticamente todos los ciclos de actividad conocidos del Sol a partir de la influencia cíclica de las fuerzas de marea de los planetas. Ahora también han podido demostrar que esta sincronización externa frena automáticamente la actividad solar.
Se sabe que la actividad solar presenta numerosos patrones, fluctuaciones periódicas tanto cortas como largas, que van desde unos pocos cientos de días hasta varios miles de años. Sin embargo, los investigadores tienen formas muy diferentes de explicar los mecanismos físicos subyacentes. El modelo desarrollado por el equipo dirigido por Frank Stefani, considera los planetas como marcapasos: según este modelo, aproximadamente cada once años, Venus, la Tierra y Júpiter concentran sus fuerzas de marea combinadas en el Sol. Mediante un complejo mecanismo físico, cada vez dan un pequeño empujón al campo magnético interno del Sol.
En combinación con el movimiento orbital en forma de roseta del Sol, esto provoca fluctuaciones periódicas superpuestas de duración variable, tal como se observa en el Sol. “Todos los ciclos solares identificados son una consecuencia lógica de nuestro modelo; su capacidad explicativa y consistencia interna son realmente asombrosas. Cada vez que hemos perfeccionado nuestro modelo, hemos descubierto correlaciones adicionales con los períodos observados”, afirma Stefani.
En el trabajo publicado, se estudia la Oscilación Cuasi Bienal (QBO, por sus siglas en inglés), una fluctuación aproximadamente bianual en diversos aspectos de la actividad solar. La particularidad del modelo de Stefani es que, además de no poder asignarse a un período preciso, la QBO conlleva automáticamente una actividad solar moderada.
Mientras que el campo magnético solar oscila entre mínimo y máximo a lo largo de once años, la QBO impone un patrón adicional de período corto a la intensidad del campo. Esto reduce la intensidad del campo en general, ya que el campo magnético solar no mantiene su valor máximo durante tanto tiempo. Un diagrama de frecuencias revela dos picos: uno con la intensidad máxima del campo y el otro cuando la QBO retrocede. Este efecto se conoce como bimodalidad del campo magnético solar. En el modelo de Stefani, los dos picos provocan una reducción de la intensidad media del campo magnético solar, una consecuencia lógica de la QBO.
Este efecto es fundamental porque el Sol es más activo durante las intensidades de campo más altas. Es entonces cuando ocurren los eventos más intensos, con enormes tormentas geomagnéticas como el evento de Carrington de 1859, cuando se pudieron ver auroras polares incluso en Roma y La Habana, y los altos voltajes dañaron las líneas telegráficas. Sin embargo, si el campo magnético del Sol se mantiene a intensidades de campo más bajas durante un período significativamente más largo, se reduce la probabilidad de eventos muy violentos.
Fuente:
https://www.hzdr.de/db/Cms?pOid=75402&pNid=3438