Gaia descubre la gran ola de nuestra galaxia        

Por: ESA.

30 de septiembre de 2025

 

Ilustración de la Vía Láctea, mostrando la disposición de estrellas en una onda. Crédito de la imagen: ESA/Gaia/DPAC, S. Payne-Wardenaar, E. Poggio et al (2025).

 

        Nuestra galaxia, la Vía Láctea, nunca se detiene: gira y se tambalea. Y ahora, datos de la sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea revelan que nuestra galaxia también tiene una onda gigante que se extiende desde su centro. Desde la década de 1950, sabemos que el disco de la Vía Láctea está deformado, para el año 2020, Gaia descubrió que este disco oscila con el tiempo, de forma similar al movimiento de un trompo, y ahora ha quedado claro que una gran ola agita el movimiento de las estrellas en nuestra galaxia a distancias de decenas de miles de años luz del Sol.

 

Aunque ninguna nave espacial puede viajar más allá de nuestra galaxia, la visión excepcionalmente precisa de Gaia, en las tres direcciones espaciales (3D) más tres velocidades (moviéndose hacia y desde nosotros, y a través del cielo) está permitiendo a los científicos hacer estos mapas de arriba hacia abajo y de borde.  A partir de estos, podemos ver que la onda se extiende sobre una enorme porción del disco galáctico, afectando a estrellas ubicadas al menos entre 30 y 65 mil años luz del centro de la galaxia (a modo de comparación, la Vía Láctea tiene alrededor de 100 mil años luz de diámetro).

 

Lo interesante no es solo la apariencia visual de la estructura ondulatoria en el espacio 3D, sino también su comportamiento ondulatorio cuando analizamos los movimientos de las estrellas en su interior”, señala Eloisa Poggio, astrónoma del Istituto Nazionale di Astrofisica (INAF) en Italia y dirigió el equipo de científicos que descubrió la onda.

 

Poggio y sus colegas pudieron rastrear este sorprendente movimiento estudiando las posiciones y movimientos detallados de una muestra de 17000 estrellas gigantes jóvenes y 3400 estrellas cefeidas. Estos tipos de estrellas varían en brillo de forma predecible, lo cual puede observarse con telescopios como Gaia a grandes distancias.

 

Dado que las estrellas gigantes jóvenes y las cefeidas se mueven con la onda, los científicos creen que el gas del disco también podría participar en esta ondulación a gran escala. Es posible que las estrellas jóvenes conserven la información de la onda del propio gas, del que se originaron. Los científicos desconocen el origen de estas sacudidas galácticas, una colisión pasada con una galaxia enana podría ser una posible explicación, pero es necesario investigar más a fondo.

 

La gran ola también podría estar relacionada con un movimiento ondulante de menor escala visto a 500 años luz del Sol y que se extiende por 9.000 años luz, la llamada “onda de Radcliffe”.  Sin embargo, la Onda de Radcliffe es un filamento mucho más pequeño y se encuentra en una porción diferente del disco galáctico en comparación con la onda estudiada en nuestro trabajo (mucho más cerca del Sol que la gran onda). “Ambas ondas podrían estar relacionadas o no. Por eso nos gustaría investigar más”, añade Poggio.

 

Fuente:

https://www.esa.int/Science_Exploration/Space_Science/Gaia/Gaia_discovers_our_galaxy_s_great_wave