Telescopios
reflectores
Inventado por Isaac Newton en 1668, este telescopio consta de un tubo, un espejo que hace las funciones de objetivo y que puede ser parabólico, hiperbólico o esférico, un espejo secundario y un ocular.
Su funcionamiento es el siguiente: la luz que penetra por el tubo del telescopio choca contra el espejo objetivo y es reflejada hacia un espejo secundario (plano), el cual dirige los rayos de luz hacia el ocular.
Telescopio
reflector
Requiere
del tallado de una sola superficie, que lo hace más barato y
sencillo.
Elimina
la aberración cromática ya que la luz no pasa por un medio
refringente sino que es reflejada.
Mayor
posibilidad de fabricación con grandes diámetros de objetivos.
Ideal
para el estudio de objetos extendidos y de espacio profundo.
Sufre
de aberraciones esféricas y de coma por lo que el fabricante
debe hacer las correcciones necesarias con algunos lentes.
Se
forman turbulencias dentro del tubo por ser un espacio abierto.
El
mantenimiento del espejo es muy delicado.
Aberración
esférica.
La aberración esférica ocurre cuando los haces de luz provenientes de los bordes de una lente (o espejo) objetivo, inciden en un punto que no es el foco de la imagen. Este efecto hace que las imágenes puntuales aparezcan como motas de luz.
Aberración
esférica