Características
generales
![]()
El
Cinturón
Edgeworth-Kuiper es un disco de objetos congelados que se
extiende desde las 30
- 100 AU aproximadamente. Estos cuerpos se encuentran
distribuidos diez grados (10º) por encima y debajo de

Órbitas y distribución de los objetos del cinturón E-K.
Los
componentes del Cinturón Edgeworth-Kuiper
pueden ser identificados por varias siglas, siendo las más comunes KBO
(Kuiper Belt Objects; Objetos del Cinturón Kuiper) o EKO
(Edgeworth-Kuiper Objects; Objetos del cinturón Edgeworth-Kuiper). De
igual manera, aquellos objetos de este cinturón que se sitúan más allá
de la órbita de Neptuno, reciben el nombre de TNO
(Trans-Neptunian Objects; Objetos Transneptunianos).
La
mayoría de los EKO se ubican entre las 30
– 50 AU lo que les permite dar una vuelta al Sol entre los 160 – 800 años. Asumiendo que poseen un albedo bajo (similar a los cometas
– un 4%), se calcula que la
mayoría posee un tamaño entre los 50
– 400 Km de diámetro. Los análisis espectroscópicos
revelan que poseen una gran diversidad de colores y composición
superficial.
La
materia ubicada a más de 30 AU del Sol ha sido fuertemente modificada por las interacciones físico–químicas de los procesos responsables de la formación de los
gigantes del Sistema Solar. Las características físico–químicas
de los EKO
aportan pistas importantes sobre los procesos a los que se encuentran
expuestos estos miembros de nuestro sistema planetario. Las evidencias
espectroscópicas sugieren que los EKO no son prístinos
y su superficie ha sufrido
algún tipo de modificación. La diversidad de colores implica una
amplia gama de modificaciones.
Muchos
astrónomos creen que la acreción de estos objetos se produjo en las
fases tempranas de formación del Sistema Solar. De aquí que el estudio
de la dinámica, geología, química de la superficie y atmósferas de EKO
puede proporcionar las mejores pistas para escudriñar los procesos que
ocurrieron durante esta fase de la historia de nuestro Sistema Solar.
La
figura (distribución) de los objetos en el cinturón, sugiere la
presencia de un cuerpo de gran masa que debido a su fuerza gravitatoria
“organiza” a estos cuerpos congelados, confinándolos en áreas
específicas, de manera similar cómo las lunas “barrenderas o pastoras” lo hacen con los anillos de los
planetas Saturno y Neptuno.
La distribución de tamaños de los EKO ya se había previsto por ser el resultado de una combinación de procesos de acreción en los grandes objetos y erosión colisional, en los objetos pequeños. Recientes observaciones sugieren que la distribución de los EKO es muy compleja y posee formas muy variadas para objetos menores de 100 Km, en comparación a los objetos con tamaños mayores.

perfil de las órbitas de los objetos del cinturón E-K.
Para
objetos con radios aproximados de 100 Km, la distribución es
relativamente plana, lo que sugiere la idea de que objetos menores
sufrieron erosión colisional, mientras que los mayores fueron
acretados.
Los
EKO
son cuerpos de baja densidad. Los científicos estiman que deben ser
agregados de hielo de algún compuestos químico de bajo punto de
congelamiento (por ejemplo, amoniaco) y piedra. Algunos astrónomos
consideran que es bastante factible la presencia de hielos moleculares
de agua, dióxido de carbono, monóxido
de carbono y nitrógeno.
Los EKO
oscuros y con coloración rojiza, sugiere la presencia de hidrocarburos
livianos como el metano y el metanol.
Dos
científicos argentinos (Adrián Brunini y Mario Melita)
han descubierto un hueco en la distribución de materia en el Cinturón
E-K. Este agujero (gap)
se encuentra localizado a unas 50
AU del Sol. Ellos estiman que
este hueco se debe a la presencia de un planeta con un tamaño relativo
entre Marte y