A S T R O B I O G R A F I A S
(Hamburgo, Alemania, 19 de enero, 1747 – Berlín, Alemania, 23 de noviembre, 1826)
Una vida signada por el escándalo de plagio.
Por Ricardo Aguilar
Asociación Larense de Astronomía, ALDA
Dos
décadas después del fallecimiento del gran Isaac Newton, nace en Alemania
quien en su momento llegaría a ser el más importante astrónomo de ese país y uno
de los primeros directores del Observatorio de Berlín, compartiendo este honor
con astrónomos de la talla de Johann Franz Encke, Friedrich Wilhelm Bessel y Johann Gottfried Galle, entre otros.
Efectivamente, el 19 de enero de 1747 la ciudad de Hamburgo, situada al norte de
Alemania, vería nacer a Johann Elert Bode, el primero de nueve hijos que
tendrían Johann Jakob Bode y Margarethe b. Kruse, matrimonio perteneciente a la
pequeña burguesía acomodada y próspera de la Alemania del siglo XVIII, y aunque
Johann Elert llegó a tener gran reconocimiento como hombre de ciencia no es
mucho lo que se conoce sobre su infancia, más, sin embargo Alemania debe a
Johann Elert parte del legado que colocó a esta nación en la vanguardia
europea del conocimiento científico.
Su padre Johann Jakob fue un prominente comerciante de la ciudad. Interesado en
que su hijo mayor le sucediera en los negocios, se esmeró en transmitirle sus
conocimientos en mercadeo haciendo énfasis en el orden y rectitud como valores
que cultivaba la clase social a la que pertenecía. Es por ello que Johann
Elert se mantuvo alejado de las instituciones educativas oficiales y toda su
formación la adquirió en el ámbito familiar.
Pero Johann Elert no solo llegó a tener amplio dominio de la matemática
implícita en el negocio paterno, sino que además, se interesó por la geografía y
muy particularmente por la astronomía, disciplina esta que le daría sus más
caras satisfacciones.
A los 18 años el joven Johann sorprende por sus habilidades matemáticas a
Johann Georg Büsch profesor de matemática en el Hamburgo Académico
"Gymnasium", quien generosamente pone a disposición de Johann Elert su
biblioteca e instrumentos científicos personales, para que amplíe y profundice
sus conocimientos autodidactas.
Muy pronto su perseverancia y las nuevas condiciones de trabajo rendirían sus
frutos. Sólo un año después, en 1766, publicaría su primer trabajo sobre el
tratamiento del Eclipse Solar del 5 de agosto de
ese año, y en 1768 su “Instrucción para el conocimiento de los cielos
estrellados” (Anleitung zur Kentniss des Gestimten Himmels), publicación que
llegó a ser muy popular requiriendo ser reeditada en varias oportunidades. En la
segunda edición de 1772 incluyó un nuevo capítulo y una nota de pié de página en
la que hace referencia a una ley empírica sobre distancias planetarias que llegó
a conocerse como “Ley de Bode”. A pesar de su lesión permanente en el ojo
derecho que le ocasionara una enfermedad infantil, fue un extraordinario
observador que le llevó a registrar el tránsito de Venus del 3 de junio de 1769, ser
co-descubridor del cometa de 1769 y observador del cometa de 1770.
Inspirado por estos primeros resultados y el aliento de su mecenas Büsch,
Johann Elert Bode envía un ejemplar del libro impreso a Johann Heinrich
Lambert (1728-1777) reconocido matemático, físico, astrónomo y filósofo alemán de origen francés, quien
quedó impresionado por el trabajo de Bode. A consecuencia Bode fue invitado a
ocupar un puesto en la Academia de Ciencias de Berlín.
El observatorio de Berlín en sus primeros años.
En
agosto de 1772 se traslada a Berlín, ingresa a la Academia de Ciencias de Berlín
con el título de profesor y comienza a trabajar de inmediato en el calendario
solar perpetuo Schlesien. En 1774 funda y
elabora junto a Lambert las efemérides en lengua alemana: el Astronomisches
Jahrbuch oder Ephemeriden, o Anuario de Astronómica y Efemérides. Lambert
fallece prematuramente en 1777 y Bode lo seguirá elaborando en adelante hasta su
muerte. En 1776 elabora la Colección de Tablas Astronómicas (Sammlung
astronomischer Tafeln) en tres volúmenes. En este mismo año publica un libro de
divulgación astronómica (Erläuterung der Stemkunde) “Explicación de la
astronomía” sobre constelaciones y relatos que llegó a ser tan popular que
requirió ser reimpresa en diez ocasiones.
Bode se casó con Johanna Christiane Lange en julio de 1774 con quien tuvo
cuatro hijos, pero esta muere poco después del nacimiento de su cuarto hijo. En 1783 se casa con
la hermana mayor de quien fuera su primera esposa, Sophie Dorothea Lange.
Tiene con Sophie un hijo, pero en 1790 vuelve a
enviudar casándose por tercera vez con Charlotte Wilhelmine Lehmann con
quien tuvo otros tres hijos.
Constelación de Piscis, en el Gran Atlas ilustrado
Su
perseverante tarea de observación lo llevó a descubrir a M81 y M82, el 31 de diciembre de 1774 y a M53 el 3 de febrero del
año siguiente. Confeccionó un catálogo “Catálogo completo de estrellas hasta
ahora observadas, nebulosas y cúmulos de estrellas”. Descubre M92 el 31 de
diciembre de 1777. El 6 de enero de 1779 descubre el cometa identificado luego
como el C/1779 A1 (1779 Bode) y a M64 el 4 de abril de ese mismo año. También
publica en 1782 otro pequeño atlas de estrellas para astrónomos aficionados
(Vorstellung der Gestirne) basado en el trabajo de 1776 de Jean fortín del Atlas
de Flamsteed, Coelestis de 1729. Este atlas estelar incluye 5.058 objetos
observados por Flamsteed, Hevelius, Mayer, de LaCaille, Messier, le Monnier,
Darquier y del mismo Bode (M81).
En 1779 descubrió los cúmulos NGC2548 (M48) e IC4665 en la constelación del
Ofiuco. En 1801 edita un gran atlas ilustrado de estrellas: el “Uranographia
sive Astorum Descriptio” también otro catálogo con 14.240 estrellas llamado
Allgemeine Beschreibung ind Nachweisung der Gestirne. Johann Elert
Bode no solo observó numerosos cometas sino que además calculó sus órbitas.
En 1788 predijo, al igual que Capel Lofft por separado, la vuelta del
cometa C/1661, pero su localización fue infructuosa. Hoy hay quien especula que
el C/2002 C1 Ikeya-Zhang es aquel cometa predicho por Bode.
Muy atinadamente Bode sugirió el nombre de Urano para el planeta
descubierto por W. Herschel y que este nombrara como "Georgium Sidus"
en honor a el Rey Jorge III de Inglaterra. Afortunadamente la denominación
propuesta por Bode se impuso sobre el abominable y adulante nombre dado por el
descubridor del planeta y ahora Urano forma parte de los seres
mitológicos griegos que conforman el Sistema Solar. Lamentablemente Bode no
mantuvo el mismo tino para dar nombre a las constelaciones por él señaladas en
el Gran Atlas y nombró algunas como “Officina Typographica", "Aparato Chemica",
"Globus Aerostaticus", "Honores Frederici”, "Felis" y "Messium Custodio”.
Ninguno de estas constelaciones se mantuvo, como es obvio.
Como hemos podido constatar la obra de Johann Elert Bode ha significado
un aporte invaluable para el estudio de la ciencia astronómica alemana y del
mundo entero: cálculo de órbitas cometarias, descubrimiento de nebulosas,
cúmulos globulares, cometas, además de publicaciones de libros, efemérides,
calendarios y catálogos, sin contar su responsabilidad como director de uno de
las instituciones más prestigiosas de Europa: el Observatorio de Berlín,
a lo largo de casi 40 años, es, sin lugar a dudas, una labor extraordinaria. Sin
embargo parte de la misma ha sido ensombrecida por la mala praxis de un
profesional que no escatimó esfuerzos en utilizar trabajos y descubrimientos de
colegas sin darles el debido crédito y hacerlos pasar como propios.
El observatorio de Berlín, en la actualidad.
Fue así
como un considerable número de objetos publicados por él pero señalados por
otros, no habían sido confirmados y resultaron inexistentes. Su famosa Ley de
Bode, que lo catapultó como insigne astrónomo, se supo (afortunadamente
para él después de muerto) que había sido Johann Daniel Titius (1729 a 1796) el verdadero creador, es decir que la
ley llamada Ley de Bode no era más que la Ley de Titius. Eso sin
considerar que tal “Ley” carece de rigor científico y no es más que una
conjetura empírica.
En fin, Johann Elert Bode no se caracterizó por esgrimir una ética
profesional envidiable y a juicio de las leyes modernas de propiedad intelectual
incurrió en el descarado robo del trabajo ajeno. Más, deberíamos hacer una
reflexión final. Las leyes de propiedad intelectual, aún cuando vienen
discutiéndose desde tiempo atrás, es en el siglo pasado cuando medianamente han
tomado forma, y sin embargo sigue siendo polémica y no de general aceptación.
Johann Elert Bode no fue el único que incurrió en tales prácticas y tampoco
será el último. El mismo Newton, el primero a quien referimos en este texto, se
vio envuelto en diatribas de la misma índole. La apropiación del trabajo
intelectual ajeno se ha practicado a lo largo de la historia y en todos los
terrenos. El mismo año en que nació Johann Elert Bode moría en Viena
Giovanni Battista Bononcini que protagonizaría el más grande escándalo de
plagio en la música europea de entonces.
Alguien puede objetar que las disposiciones legales nada tienen que ver
con la condición moral. Y sí, tiene razón, ante lo cual solo podríamos
preguntarnos cuáles son los límites de la rectitud que como valor espiritual
cultivan ciertos estratos de la sociedad.
Esta reflexión no pretende ser una justificación para quien practica el robo intelectual, solo persigue tener una visión menos implacable para quien dedicó toda su vida al enriquecimiento de la astronomía, quizá por eso la comunidad científica ha honrado la memoria de Bode: un cráter de la Luna lleva su nombre, lo recuerda el asteroide Bodea, a M81 también se le conoce como la nebulosa de Bode y la lluvia de meteoros cuadrántidas recuerda el nombre original que le daría Bode: “Quadrans Muralis”
Johann Elert Bode muere en Berlín, Alemania, el 23 de noviembre de 1826.