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Se tiene establecido en la actualidad, que los
cometas surgen de una inmensa nube de material primigenio del Sistema
Solar, conocida con el nombre de Nube de Oort, en honor al astrónomo
Jan
Oort (1900-1992), quien conjuntamente con Fred Whipple (1907-),
bosquejaron su existencia en 1950.
Según los últimos estudios, la Nube de Oort, se extiende entre las 10.000 y 100.000 AU (cada AU equivale a 149,6 millones de kilómetros). Esta nube son los residuos de la nebulosa originaria de donde surgió el Sistema Solar. En la gráfica se ilustra un modelo de su estructura, según Donald Yeomans del JPL. En azul, se indica el Cinturón Edgeworth - Kuiper. |
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Los
componentes de la nube son poco
densos (del orden de 1 g/cm3, la misma del agua) y están
compuestos básicamente de silicatos, metales,
hielo y grafito. Como
esta nube se
encuentra
en los confines del Sistema Solar, está sujeta a las
perturbaciones gravitatorias de otras estrellas o cuerpos oscuros que, al
acercarse, agitan sus componentes, provocando la caída
de los mismos hacia el Sistema Solar interior.
Estos grumos de materia compactada y poco densa, constituyen los núcleos de los cometas.