Urano fue observado en varias ocasiones por varios astrónomos sin que pudieran identificarlo como planeta. Esta circunstancia en astronomía recibe el nombre de Predescubrimiento.
El hecho de brillar en la magnitud límite de percepción para el ojo humano y poseer un lento movimiento hizo que las civilizaciones antiguas no lo detectaran como planeta. Sin embargo existe un registro realizado por Hiparco en su catálogo de estrellas del año 128 aC que posee todas las condiciones de ser la observación más temprana de Urano. Este registro fue copiado posteriormente por Claudio Ptolomeo en su célebre obra Almagesto, y es a partir de ahí que se conoce a posteridad.
Además de este predescubrimiento, los otros tres registros del planeta se realizaron en la era telescópica y correspondieron a dos ingleses y a un francés.
El primer registro de la era telescópica que se conoce lo realizó el astrónomo inglés John Flamsteed (1646– 1719) quien lo registró como la estrella 34 Tauri en 1690. Flamsteed, astrónomo muy meticuloso y primer director del Observatorio de Greenwich confeccionó un excelente catálogo de estrellas, el Atlas Coelestis, contentivo de la posición de 3.000 estrellas. En el mismo asignó un número en orden creciente a su posición en Ascensión Recta para las estrellas de cada constelación. Este método de registro fue tan eficiente que todavía se usa en la actualidad, conjuntamente con la denominación de Bayer (Johann Bayer, 1603) de asignarle una letra griega. Así, en los atlas de astronomía es común encontrar la identificación de una estrella brillante con estas dos denominaciones.
En 1738, John Bevis, dibujó al planeta Urano como tres estrellas de 5m,5 en posiciones sucesivas, en su atlas Uranographia Britannica. Bevis estudió esta zona del cielo entre los meses de mayo y julio del año 1738.
De los predescubrimientos accidentales del planeta Urano, 12 le corresponden a Pierre Lemonnier (1715–1799), quien entre los años 1750 y 1771, observó el planeta sin poder discernir su naturaleza. Sobre este astrónomo recayó una especie de descrédito, ya que en sus registros se encuentra señalado el planeta como una estrella. Un hecho sin precedente es que entre las noches del 27 de diciembre de 1768 y 23 de enero de 1769, lo registrase 8 veces, sin poder percibir su movimiento entre el fondo estrellado. Análisis posteriores le reivindicaron ya que para las fechas de sus observaciones el planeta se encontraba Estacionario, haciendo que sus movimientos fuesen imperceptibles para los ojos e instrumentos que disponía Lemonnier.

Registro de Lemonnier sobre Urano, en su libreta de notas.
No en balde, podemos leer una nota frustrante de su puño y letra, sobre un registro del 27 de diciembre de 1768; “Este es el nuevo planeta, descubierto por Herschel el 13 de marzo de 1781”.