Impactos Múltiples     

Impactos del Shoemaker-Levy 9 sobre Júpiter

 

La caída múltiple de los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre el planeta Júpiter, desde el 16 hasta el 22 de Julio del año 1994, constituyen un evento sin parangón en la astronomía observacional.

 

Los vestigios de los impactos perduraron por más de seis meses en la alta atmósfera de Júpiter. Nosotros en la Asociación Larense de Astronomía, ALDA, registramos algunos de ellos. Ante el telescopio, Júpiter, presentaba una vista inusual, con una amplia cadena de manchas oscuras hacia el hemisferio Sur.  

 

 

Para la ocasión, se realizaron gran cantidad de ilustraciones que representaban la ocurrencia de tan espectacular evento astronómico. La humanidad iba a presenciar la primera colisión múltiple de un cometa contra un planeta en el Sistema Solar.

 

Si bien participamos en vivo de tal inusual evento, los impactos múltiples han ocurrido con anterioridad en el Sistema Solar.

 

 

Una de las primeras evidencias que presentamos de lo anteriormente escrito es la siguiente: En nuestra Luna ocurrió un impacto múltiple, que dejó esta cadena de 23 cráteres con tamaños entre 1 y 3 kilómetros de diámetro. 

 

Los cráteres se encuentran cerca del cráter Davy, en el borde Noroeste del Mare Nubium

 

Esta imagen de alta resolución se debe al trabajo de la sonda espacial Lunar Prospector, lanzada el 6 de Enero de 1998.  

 

 

De manera similar, la sonda Galileo ha detectado impactos múltiples sobre dos de las lunas más importantes de Júpiter.

 

Sobre Calixto, se detectó esta cadena de cráteres que se extiende por unos 620 kilómetros sobre la superficie de la gélida luna. La vista de alta resolución denota los escarpados bordes de la cadena.

 

 

Sobre la superficie de la mayor luna de Júpiter, Ganímedes, también la sonda Galileo, ha encontrado las huellas de impactos múltiples.

 

Es bastante factible que el objeto que produjo esta cadena de 13 cráteres, haya sufrido suerte similar a la del cometa Shoemaker-Levy 9: una aproximación a Júpiter y la marea gravitatoria del planeta terminó por fracturar el núcleo del objeto (cometa o asteroide).

 

Una curiosa analogía con el S-L 9 es que el fragmento mayor se ubica en la zona central de la cadena.

 

Sobre la Tierra también podemos encontrar las huellas de impactos múltiples. Tal es el caso del cráter Aorounga, en la República del Chad, en África central. 

 

Científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, apoyándose en imágenes obtenidas en 1994, estiman que este cráter es un conjunto de tres impactos (señalados en líneas punteadas) producidos hace unos 360 millones de años.

 

El cráter mejor conservado tiene un diámetro de 17 kilómetros.